El trágico accidente que costó la vida al futbolista portugués del Liverpool, Diogo Jota, y a su hermano André Silva, el pasado 3 de julio de 2025 en la autovía A-52, en el municipio de Cernadilla (Zamora, España), sigue siendo objeto de una investigación exhaustiva por parte de las autoridades españolas. A medida que avanzan las pesquisas, han surgido nuevos detalles, hipótesis y controversias que han captado la atención del mundo del fútbol y de la opinión pública. A continuación, se presenta un resumen de las últimas novedades sobre este caso.
Contexto del accidente
El siniestro ocurrió alrededor de las 00:35 horas en un tramo recto de la autovía A-52, en dirección a Benavente, cuando el Lamborghini Huracán alquilado, en el que viajaban Diogo Jota, de 28 años, y su hermano André Silva, de 25, se salió de la vía, impactó contra el guardarrail y se incendió. Ambos hermanos fallecieron en el acto, y el vehículo quedó reducido a cenizas, lo que ha complicado significativamente la recolección de pruebas. Según las autoridades, los hermanos se dirigían a Santander para tomar un ferry rumbo a Inglaterra, ya que una reciente operación pulmonar desaconsejaba a Jota viajar en avión.
Conclusiones preliminares de la Guardia Civil
La Brigada de Tráfico de la Guardia Civil de Zamora, encargada de la investigación, ha señalado dos causas principales del accidente: un exceso de velocidad y el reventón de un neumático trasero. Según el informe pericial preliminar, Diogo Jota era quien conducía el vehículo, y las marcas de frenado de aproximadamente 50 metros en el asfalto sugieren que el Lamborghini circulaba a una velocidad significativamente superior al límite de 120 km/h de la autovía. El reventón de la rueda habría provocado la pérdida de control, un trompo y el posterior impacto contra el guardarrail, que desencadenó una explosión «de imposible supervivencia».
El informe también destaca que el lugar del accidente no es considerado un «punto negro» de la carretera, y las autoridades han descartado que el estado del asfalto fuera un factor determinante, a pesar de las críticas iniciales sobre su mantenimiento. La Guardia Civil continúa analizando las condiciones de la calzada para determinar si algún defecto pudo haber contribuido al reventón del neumático. El informe final será entregado al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Puebla de Sanabria, que lleva el caso bajo la supervisión de la jueza Elena Rubio González.
Testimonios contradictorios
Un giro inesperado en la investigación surgió con las declaraciones de dos testigos, ambos camioneros portugueses, que contradicen la versión oficial de la Guardia Civil. José Aleixo Duarte, quien grabó un video del vehículo en llamas, afirmó que el Lamborghini no circulaba a gran velocidad. Según Duarte, el coche lo adelantó «supertranquilo» minutos antes del accidente, y él intentó apagar las llamas con un extintor, aunque sin éxito. Otro conductor, José Azevedo, respaldó esta versión, asegurando que los hermanos no iban a una velocidad excesiva y que el mal estado de la carretera podría haber jugado un papel crucial. Ambos testigos han cuestionado la hipótesis del exceso de velocidad, generando un debate público sobre las causas reales del siniestro.
estas afirmaciones han sido recibidas con escepticismo por algunos, ya que el daño al guardarrail y la magnitud del incendio sugieren un impacto a alta velocidad. Sin embargo, los testimonios han reavivado el debate sobre la seguridad de los superdeportivos, como el Lamborghini Huracán, que puede alcanzar los 325 km/h y requiere experiencia para su conducción.
El debate sobre los superdeportivos
El accidente ha reabierto la discusión sobre los riesgos asociados a los vehículos de alta gama. Expertos han señalado que los superdeportivos, debido a su potencia y diseño, pueden ser difíciles de controlar, especialmente en situaciones de emergencia como un reventón de neumático. Estudios indican que marcas de lujo como Porsche y Ferrari tienen un historial de mayor siniestralidad, y el caso de Jota ha llevado a algunos a proponer regulaciones más estrictas, como licencias especiales para conducir este tipo de vehículos, como ya ocurre en Australia.
Reacciones y consecuencias
La muerte de Diogo Jota, una estrella del Liverpool y de la selección portuguesa, ha conmocionado al mundo del fútbol. Jota, quien había ganado recientemente la Premier League 2024-25 y la Nations League 2025 con Portugal, dejó un legado imborrable. Su club ha anunciado que pagará íntegramente los dos años restantes de su contrato a su familia, en un gesto de solidaridad. Jota, padre de tres niños y recién casado con Rute Cardoso el 22 de junio, fue despedido con honores en su natal Gondomar, Portugal, donde asistieron figuras como el presidente de Portugal y representantes del Porto y la Federación Portuguesa de Fútbol.
Por otro lado, las críticas han surgido contra el futbolista Luis Díaz, compañero de Jota en el Liverpool, por asistir a una fiesta mientras se llevaba a cabo el funeral, lo que ha generado controversia en las redes sociales.
Próximos pasos en la investigación
La Guardia Civil continúa recopilando pruebas, incluyendo el análisis del GPS del vehículo y posibles grabaciones de cámaras de tráfico, aunque el incendio ha destruido gran parte de las evidencias. La identificación de los cuerpos, dificultada por el estado de los restos, se logró gracias a objetos personales como cadenas y adornos. Además, se espera que las pruebas de ADN enviadas a Madrid confirmen oficialmente las identidades.
El caso sigue abierto, y la jueza de Puebla de Sanabria decidirá los próximos pasos una vez recibido el informe final. La controversia entre los testimonios de los testigos y las conclusiones de la Guardia Civil mantiene la incertidumbre sobre las causas exactas del accidente, mientras el mundo del fútbol llora la pérdida de dos jóvenes talentos.